Nuestro día comenzó a las 09:00 horas cuando Odilón, el guía de Anaue Receptivo llegó al Hotel. Hoy tocaba el paseo en buggy, y es así que nos subimos a un viaje increíble donde la adrenalina nos invadía a cada instante. La ciudad de Natal cuenta con un total de 720 buggys de todos los colores, que están a cargo de pasear a los visitantes que llegan a esta parte del Brasil.

La travesía arranca por un recorrido por las costas donde se puede apreciar el mar, la ciudad, el mercado para luego pasar por las dunas, donde subidas y bajadas, pronunciadas curvas despiertan todo tipo de emociones.

En la primera parada se puede apreciar una vista panorámica de la ciudad y es una oportunidad para sacarse fotos con los burros y conocer el Lago Geripabu en medio de las dunas.

Siguiendo con el recorrido, se llega hasta la Playa de Geripabu donde el mayor atractivo son los paseos en dromedarios que pueden realizarse en grupos durante 15 minutos. El lugar ofrece agua para los visitantes y todo tipo de recuerdos que pueden adquirirse en el sitio. Familias enteras gozan de este tipo de propuestas que nos hacen creer que nos encontramos en algún desierto del oriente medio.

Luego seguimos la ruta, con un cruce en una embarcación de madera para luego apreciar las vistas donde se unen el Río con el mar. En un emocionante recorrido, nos detenemos en la Laguna de Pintangí para refrescarnos y comer algo. Posteriormente las emociones continúan camino a las Dunas Doradas, donde se puede visualizar gran parte de la costa y en la altura apreciar esta maravilla natural. El siguiente punto es la Laguna Jacumá donde se puede optar por el skibunda, una tirolesa que culmina en el agua o el aerobunda y el kamikaze que también llevan al lago desde la altura. Tanta adrenalina y belleza natural para una jornada inolvidable…te animás?