Con la venta de todo tipo de comidas como asaditos, empanadas, hamburguesas, además de accesorios como anteojos, espumas y bebidas como agua, gaseosas, cervezas,  cientos de familias encarnacenas y del interior del departamento de Itapúa logran superar el largo  e interminable enero y febrero, llevando el sustento para sus familias.

Instalados en las afueras del Centro Cívico, los puestos informales de comidas y bebidas ofrecen una gran variedad de platos, todos ellos autorizados por la municipalidad encarnacena,  y cuentan con los controles bromatológicos obligatorios. Los costos de estos servicios están  acorde al mercado, por ejemplo, un asadito cuesta unos 5.000 Gs, hamburguesas 10.000 Gs, gaseosas y agua, 5.000 Gs, cervezas a 5.000 Gs.

Además de los puestos y vendedores ambulantes, estacionamientos privados entre otros, la Comisión de Carnavales compuesta por los 5 clubes más importantes de Encarnación (Nacional, Petirossi, San Juan, Universal y 22 de Septiembre)  emplea a cientos de personas para ordenamiento dentro del Sambodromo, los mismos se encuentran debidamente individualizados, generando control de los mismo y seguridad para los visitantes.

Encarnación en los Carnavales, no es solamente la capital de la alegría, el bullicio, la samba y la diversión, sino una posibilidad verdadera  para generar puestos de trabajo para cientos de familias lugareñas. El beneficio se derrama, como espuma, a toda la sociedad de forma paralela  y lineal, lo cual es doblemente positivo y digno de destacar.