2do año consecutivo
Encarnación brilla en Buenos Aires: Carnaval, cultura y plumas en la FIT
Con ritmo, color y una energía contagiosa, los Carnavales Encarnacenos desembarcaron en la Feria Internacional de Turismo (FIT) en Buenos Aires, llevando consigo el alma festiva de Paraguay. Bajo el liderazgo del presidente de Clubes, Eduardo Florentín, la delegación encarnacena no solo participó activamente en el evento más importante del turismo latinoamericano, sino que también conquistó las calles porteñas con una acción promocional que dejó huella.
Miryan Moreno
Reinas, Rey Momo y una ciudad rendida al carnaval
Las reinas de los clubes encarnacenos, junto al carismático Rey Momo, recorrieron algunos de los íconos más emblemáticos de la capital argentina: La Boca, Caminito y el Puente de la Mujer. Lo hicieron enfundados en sus trajes de gala, con plumas, brillos y coronas que captaron todas las miradas. Turistas y locales se detuvieron a fotografiar el desfile espontáneo que convirtió la ciudad en una pasarela de alegría y tradición.
Las redes sociales se inundaron de imágenes vibrantes, generando un impacto visual que trascendió fronteras y posicionó a Encarnación como un destino festivo, cultural y turístico de primer nivel.
Promoción con propósito: Encarnación en el mapa internacional
La presencia en FIT no fue solo una celebración, sino una estrategia clara de promoción turística. Bajo la coordinación de Florentín, el carnaval encarnaceno se proyecta como un producto cultural con potencial internacional, capaz de atraer visitantes, generar empleo y fortalecer la identidad local.
“El carnaval es una herramienta de desarrollo, de integración y de orgullo. Mostrarlo en Buenos Aires, en un evento de esta magnitud, es abrirle las puertas al mundo”, expresó Florentín, quien ha sido clave en la profesionalización y expansión del evento, que se prepara para celebrar su edición número 100 en 2026.
Encarnación: destino de cultura, fiesta y futuro
La participación en FIT reafirma el compromiso de Encarnación con el turismo como motor económico y social. La ciudad no solo ofrece playas, gastronomía y hospitalidad, sino también una fiesta que vibra con identidad propia. Y en Buenos Aires, esa identidad se sintió fuerte, viva y lista para conquistar nuevos horizontes.
Con plumas al viento y corazones encendidos, Encarnación dejó claro que su carnaval no conoce fronteras. Porque cuando la cultura se mueve, el turismo florece.