1-Aprender a Esquiar en sus Cerros

Para quienes sueñan con deslizarse entre montañas nevadas, Neuquén ofrece dos joyas: Cerro Bayo, en Villa La Angostura, y Lago Hermoso Ski, en San Martín de los Andes. Cerro Bayo combina pistas para principiantes con vistas al Lago Nahuel Huapi que quitan el aliento. Lago Hermoso, más reciente y con aire boutique, ofrece una experiencia íntima en medio de la Cordillera. Si nunca te pusiste unos esquís, este es el lugar para dar ese primer paso con estilo y emoción.

2-Atardeceres en Villa La Angostura

La magia de Villa La Angostura se multiplica cuando el sol empieza a descender. Bahía Mansa, serena y de aguas calmas, invita a sentarse en la costa y dejarse envolver por el paisaje. A pocos pasos, Bahía Brava ofrece un contraste con su energía más intensa y oleaje más fuerte. Ver caer el sol entre las montañas que rodean el lago es una postal que parece sacada de una película.

3-Recorrer La Ruta de los 7 Lagos

Esta ruta escénica, entre Villa La Angostura y San Martín de los Andes, es un desfile de espejos de agua rodeados de bosques y cumbres nevadas. Con paradas en lagos como Correntoso, Espejo, Lago Falkner y otros, cada curva en el camino revela un nuevo paisaje que parece sacado de un sueño patagónico. Ideal para hacer en auto, moto o incluso bicicleta para los más aventureros.

4- Conocer Quila Quina

A orillas del Lago Lácar, Quila Quina es una joya escondida dentro del Parque Nacional Lanín. Se accede en vehículo o en lancha desde San Martín, y al llegar, todo se transforma: playas tranquilas, senderos entre arrayanes y araucarias, y una comunidad mapuche que comparte sus saberes y cultura. Es un rincón perfecto para conectar con la naturaleza y la historia viva de la región.

5-Disfrutar de su Gastronomía

La cocina de Neuquén es una celebración de sabores locales: cordero patagónico, trucha, hongos, y los infaltables dulces de frutos rojos. En Villa La Angostura y San Martín de los Andes, los restaurantes fusionan lo gourmet con lo autóctono. No te pierdas las pastas caseras, ni los vinos de la región que elevan cada bocado a experiencia.

Neuquén es mucho más que un destino; es una forma de sentir la Patagonia profunda. Entre sus montañas, lagos, sabores y atardeceres inolvidables, cada visitante encuentra algo que lo transforma. Si buscás desconexión, aventura o simplemente belleza natural, este rincón argentino te espera con los brazos abiertos.