El Jardín Japonés de Buenos Aires, un auténtico refugio de paz y belleza, se ha convertido en un verdadero ícono cultural de la ciudad. Inaugurado en 1967, este jardín destaca por su impresionante diseño paisajístico, que refleja la armonía y la estética de la tradición japonesa.

Un Paseo por la Serenidad

Al ingresar, los visitantes son recibidos por un paisaje cuidadosamente diseñado que incluye estanques de koi, puentes de madera, y un sinfín de plantas autóctonas y exóticas, que crean un entorno de paz y contemplación. Los senderos serpenteantes invitan a explorar cada rincón, permitiendo que cada paso se convierta en una meditación en movimiento.

Le extendemos una cordial invitación a disfrutar de la belleza del Jardín Japonés y sumergirte en su atmósfera única, perfecta tanto para una caminata reflexiva como para un día de esparcimiento familiar. La variedad de eventos culturales, exposiciones y talleres que se ofrecen a lo largo del año hacen que cada visita sea una experiencia renovada.

Sentir y vivir la cultura japonesa

En nuestra reciente conversación con Sergio Miyagi, responsable de relaciones publicas y prensa del Jardin Japonés , nos compartió su profunda conexión con este espacio. "El Jardín no es solo un lugar para visita  r, es un espacio para sentir y vivir la cultura japonesa en el corazón de Buenos Aires. Cada elemento está pensado para evocarnos una sensación de paz y conexión con la naturaleza", explicó.

Sergio creó un vínculo especial con el entorno, enfatizando la importancia de conservar las tradiciones japonesas en la ciudad. "Deseamos que cada persona que nos visita se lleve un pedacito de Japón en su corazón. A través de actividades culturales y la preservación de este espacio, logramos unir dos culturas de una manera única", añadió con entusiasmo.

Para muchos, el Jardín Japonés de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es un lugar de ensueños, un lugar mágico donde la paz y la armonía abundan, ofreciendo a sus visitantes una experiencia para atesorar en sus corazones. Su tranquilidad hipnotizante y riqueza natural, contrasta con el caos de la ciudad, haciendo que los visitantes se olviden de lo cotidiano y se detengan a realizar un camino interior.                                                 

La idea surgió con el propósito de crear  un hermoso lugar perdurable de encuentro entre la colectividad japonesa y los príncipes herederos al trono imperial, Michiko y Akihito, quienes pronto vendrían a la Argentina. Aquella visita, pactada para mayo de 1967, era un acontecimiento único sin precedente alguno, ya que por primera vez, un miembro de la familia imperial visitaba el país. La colectividad japonesa y sus descendientes abrazaron la noticia con orgullo y alegría: "los príncipes nos visitarán". Fue así que con esfuerzo y dedicación lograron, en tan sólo 50 días, juntar fondos suficientes y crear una belleza única e inigualable en la Ciudad de Buenos Aires.

 Los años pasaron y el jardín creció en admiración y prestigio, a tal punto de ser considerado un "pequeño Japón en Argentina" y un "pulmón de armonía y tranquilidad en medio de la gran ciudad", siendo uno de los lugares más elegido por los viajeros de todo el mundo en busca de cultura japonesa y paz interior. Es así que en el año 2004, la Secretaría de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires declaró al Jardín Japonés "sitio de interés turístico" y, en el año 2008, el Poder Ejecutivo Nacional lo declaró "bien de interés histórico y artístico de la Nación".

Al finalizar la entrevista, Sergio Miyagi hizo un llamado a todos: “Los invitamos a descubrir y disfrutar del Jardín Japonés. Ven y déjate llevar por sus colores, sonidos y olores. Es un lugar donde el tiempo se detiene y la tranquilidad se apodera de ti”. No pierdas la oportunidad de vivir esta experiencia única en Buenos Aires, te esperamos en el Jardín Japonés.