Sabores de la Patagonia Argentina
El Calafate, cuna de glaciares y buena gastronomía
Revista Viajeros se trasladó al Sur Argentino, más específicamente a Calafate, provincia de Santa Cruz, para vivir una experiencia gastronómica única e irrepetible, totalmente antagónica a la Gastronomía Guaraní que disfrutamos en el corazón de America del Sur. Disfrutamos del cordero patagónico, las empanadas de guanaco o unas deliciosas cervezas artesanales patagónicas, de la mano de la chef Alejandra Bibiana Repetto, en el hotel estancia Kau Yatún.
Revista Viajeros se trasladó al Sur Argentino, más específicamente a Calafate, provincia de Santa Cruz, para vivir una experiencia gastronómica única e irrepetible, totalmente antagónica a la Gastronomía Guaraní que disfrutamos en el corazón de America del Sur. Disfrutamos del cordero patagónico, las empanadas de guanaco o unas deliciosas cervezas artesanales patagónicas, de la mano de la chef Alejandra Bibiana Repetto, en el hotel estancia Kau Yatún.
En la Patagonia, gastronomía es la fusión perfecta de un cúmulo de placeres para el paladar y una visión imponente de paisajes majestuosos que harán vibrar los sentidos. A través de los sabores se nos revela una región indómita, sin límites, exenta de convenciones; así se suceden platos elaborados con productos naturales como ciervo, jabalí, cordero, mariscos, trucha, salmón, centolla, hongos del bosque, frutos rojos y chocolates, entre otros manjares. Acompaña este recorrido gourmet el maridaje con selectos vinos de la zona, elaborados en bodegas que conforman la Ruta del Vino en Patagonia, rodeada de yacimientos prehistóricos y establecimientos frutícolas.
La gastronomía del Hotel Kau Yatún, donde nos hospedamos, brinda la oportunidad de adentrarse en El Alambique Resto Bar, un espacio en el que es posible disfrutar de productos locales y platos patagónicos bajo el sello de Alejandra Bibiana Repetto. Su amplio abanico de vinos, sus papas chamuscadas con hongos de la zona, y su postre con chocolate ruibarbo y frutos rojos sin lugar a dudas no pasan desapercibidos.
El Cordero, delicia Patagónica
Las brasas comienzan a encenderse. El tiempo es aliado del buen asador. La copa de vino y los quesos son el anticipo de uno de los platos más codiciados de la Patagonia: el cordero. Cada cocinero le da su impronta al plato, con los condimentos y guarniciones adecuados, generando un estilo propio. Y los restaurantes más importantes de la región incluyen en sus cartas esta perla culinaria patagónica, un auténtico clásico del buen comer. Los corderos son criados en la estepa patagónica, especialmente en las provincias de Santa Cruz y Chubut, aunque se consumen en toda la región. Entre las diversas formas de cocción, la más elegida es el asado, por su toque tradicional y pintoresco. Los adobos, a base de ajo, perejil, ají molido, romero y menta, resaltan aún más los sabores de la carne. Sin embargo, el cordero puede ser preparado de otras maneras: al horno, en brochetas, en guisos. La mayoría de los restaurantes de la región ofrecen el cordero patagónico como un plato que no hay que dejar de probar.
Sabores y tradiciones
La Patagonia fue la tierra elegida por muchos inmigrantes europeos que llegaron a la Argentina hacia comienzos del siglo XX. Alemanes, suizos y austríacos que dejaron su impronta en los sabores de la cocina local, y cuya tradición culinaria se puede degustar aún en los principales destinos turísticos de la región. Esta se aprecia, especialmente, en las técnicas de elaboración de la cerveza artesanal en la zona de El Bolsón y en San Carlos de Bariloche; y en el ahumado de alimentos que se realiza en varias localidades de la zona, aplicándose a embutidos, pescados, carnes y especias como la sal y la pimienta (El humo y la madera intensifican los sabores y le dan un toque rústico al plato). Además, en la pequeña localidad de Colonia Suiza, a pocos kilómetros de Bariloche, se prepara el tradicional curanto al aire libre.
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Más allá de estos sabores del mar, un plato imperdible aquí es el cordero patagónico asado, muy afamado por su carne tierna y con escaso contenido de grasa. A la hora de la merienda, no se puede dejar de probar el té galés, y ser parte así de una ceremonia tradicional donde la infusión se sirve acompañada por scones, torta galesa, variedad de panes y dulces caseros, quesos, tortas, e historias de valientes pioneros.
El Corredor Neuquén Norte de la Provincia se identifica principalmente con el chivito o cabrito. La cría del animal, a partir de la trashumancia o arreo, resulta una práctica ancestral de muchas familias, heredada de los Pehuenches, antiguos pobladores de la zona. En los alrededores de Las Lajas, Loncopué, Caviahue y Copahue también se desarrolla la cría del chivito, algunas comunidades Mapuche se dedican a la misma, generación tras generación.
En las estancias pampeanas es clásico el asado criollo y las delicias camperas que acompañan las rondas de mate. La Cocina Gourmet también tiene sus exponentes en La Pampa, con restaurantes de campo y urbanos que han obtenido altos reconocimientos internacionales.
Destacados del Fin del Mundo
El sabor de las profundidades del océano llega a la mesa vestida de mejillones, merluza negra y centolla. Esta última es, sin lugar a dudas, la gran protagonista, lo que ha dado lugar a la creación de la “Ruta de la Centolla” que tiene su epicentro en Puerto Almanza, un pequeño pueblito en cercanías de Ushuaia donde se puede apreciar el trabajo de los pescadores artesanales que capturan la centolla y la cocinan en tradicionales restaurantes de mar.
De los ríos se recibe la trucha exquisita. De los bosques, los productos de la caza y la generosidad estacional de los hongos. De las estepas patagónicas, el inconfundible aroma del cordero asado. En los delicatessen se respira el olor de los ahumadores repletos de quesos, pescados y verduras. Chocolaterías, confiterías y salones de té ponen la nota dulce. La tradición chocolatera patagónica llega hasta aquí donde el chocolate artesanal perfuma el aire.
Comidas típicas y platos recomendados la Patagonia
Si vas a viajar por la Patagonia te recomendamos probar:
- El cordero patagónico
Es el plato estrella y se ha ganado la fama entre turistas y locales. Hay distintas manera de probarlo, dependiendo de la cocción y preparación.
Se trata de una carne súper ser magra, tierna y con un gusto muy particular que, como mencionamos, varía dependiendo de cómo se lo cocine.
Podés probar cordero patagónico al horno de barro, a la parrilla, en empanadas o en estofado, por ejemplo.
Lo más característico de este tipo de carne es la textura. Son animales criados en espacios abiertos con pasturas naturales y eso se nota muchísimo en el sabor.
- La Centolla
Es un clásico del Fin del Mundo. Podés probar centolla al natural, en salsas o cazuela. Se dice que el Canal Beagle produce unas de las mejores centollas del mundo.
Disfrutar de un plato sabroso con vista increíbles vale la pena.
- Los frutos del bosque
Si te gustan las frutas dulces, este es el paraíso. Al natural, el mermeladas, en pasteles o con chocolate… hay mil manera de probarlos. Tené cuidado, es imposible parar.
No te olvides de probar el Calafate (es una variedad de berrys). Dicen que uno vuelve a la ciudad donde lo probó.
- Los frutos de mar
La Patagonia tiene muchos kilómetros sobre la costa. Los pescados y los mariscos son parte de la gastronomía.
Arroces, pastas, salteados… Probá los frutos de mar como más te gusten.
- La merluza negra
La Merluza Negra, cotiza como un alimento exclusivo del Fin del Mundo. Las costas de Ushuaia reúnen las mejores condiciones para la pesca (a más de 1000 metros de profundidad) de la codiciada Merluza Negra.
- No te olvides de probar la cerveza local
La mayoría de las ciudades patagónicas tienen una amplia oferta de cervecerías artesanales. Hay que catarlas todas para elegir tu favorita.